miércoles, 1 de julio de 2015

Una unidad de función

El sistema humano es una unidad de función; es una totalidad integradora. Solo nuestras mentes fragmentan esa totalidad. Esta verdad puede ser percibida tanto dentro de nuestra experiencia inmediata de sufrimiento como dentro de la experiencia de la salud subyacente la cual centra ese sufrimiento. Dentro del concepto craneal, se observa que la Salud nunca es perdida. La salud es un principio; no es dependiente de estados de cuerpo-mente particulares. Incluso en las situaciones de salud más desesperadas, este principio inherente nunca  es perdido. En nuestro trabajo aprendemos a palpar y estar en relación directa con  las expresiones de esta Salud inherente dentro de la forma humana. Esta Salud ha estado con nosotros de la concepción y estará con nosotros hasta el día de nuestra muerte. Nunca se vuelve enferma. Es una función de lo universal dentro de nosotros. Es la verdad neutral la que centra nuestra existencia. Neutral es un término que es comúnmente usado dentro del concepto craneal. Rodea una serie de conceptos. Aquí quiero significar que hay un centro calmo, o una profundidad de Tranquilidad, alrededor de la cual nuestro ser completo está organizado. Es el terreno más esencial y fundamental de nuestro ser.

Estamos completos desde el momento que somos concebidos y, en esta totalidad, descubrimos que nuestro sistema humano está unificado y nunca es fragmentado. La fragmentación es una ilusión, la cual genera la mente debido a su tendencia a enfocarse sobre los resultados y efectos de experiencia, más que sobre las fuerza inherentes que organizan nuestro proceso de cuerpo-mente dentro de este momento presente. Si la Salud es verdaderamente percibida, descubrimos que nunca es perdida. Descubrimos que la estructura y función son mutuamente interdependiente, que el cuerpo as auto-curativo, auto-regulador, y auto-integrador. La clave de este proceso de descubrimiento yace en nuestras habilidades o dones para ser conciente, para estar  presente, para ser capaz de profundizar y ampliar nuestros campos de conciencia y simplemente escuchar. Es en la habilidad para estar tranquilo y escuchar que la verdad del sistema humano despliega sus misterios. En tanto escuchamos, surge una verdadera humildad en tanto encontramos la Inteligencia impresionante dentro del sistema humano.   
Franklyn Sills