sábado, 17 de enero de 2015

El trabajo de Dios completo


Debemos hablar con cuidado cuando decimos que la Naturaleza ha hecho su trabajo tan completo en las formas animales, ya las ha enriquecido con principios tan sabiamente preparados que ellos pueden producir y administrar remedios apropiados a la situación sin ir fuera de sus cuerpos para obtenerlos; les aseguro que si mediante un experimento descubriésemos que el hombre está hecho de tal modo y tan sabiamente construido por la Deidad que está capacitado para descubrir la enfermedad y purificarla y mantener el templo de la vida sano y bien, titubearíamos antes de hacerlo saber.  

La opinión opuesta ha gobernado libremente por siglos, y el hombre, debido al hábito, al uso prolongado y a la ignorancia, ha ajustado su mente para adaptarse a las costumbres del gran pasado, de modo que si tratase, sin entrenamiento previo, de razonar y alzar su mente a la altura de pensamiento de grandeza y sabiduría del Infinito se volvería insano o caería en un estado de estupor y existiría solamente como la mente en blanco viviente en el gran océano de la vida. 

Sería una gran calamidad tener todas las mentes sin  entrenar shockeadas tan seriamente como para causarles la pérdida de la razón que tienen ahora, y ser enviados de vuelta nuevamente a morar en el protoplasma de Darwin. 

Les digo que hay peligro y debemos ser cuidadosos al mostrarle a la gente las pequeñas estrellas, haciéndolo una por vez, hasta que puedan comenzar a razonar y a darse cuenta que Dios ha hecho todo lo que los más sabios puedan atribuirle.

La Filosofía y los Principios Mecánicos de la Osteopatía. Por Andrew Taylor Still

viernes, 16 de enero de 2015

Una herramienta mágica: la mano

La mano es una herramienta de trabajo indispensable.Dan prueba de ello aquellos  que no la tienen, a pesar de la formidable capacidad de adaptación del ser humano. La mano, o prolongada por un martillo o cualquier otro instrumento, seguirá siendo la primera herramienta del ser humano. Además de su poder de realización, la mano es también un instrumento de medida y de información.

El tacto es una facultad altamente desarrollada en los osteópatas, tanto como es en los invidentes. Tal facultad se afina día a día. Un invidente desarrollará más allá de lo normal una sensibilidad epicrítica, mientras que el osteópata va a ampliar más bien su sensibilidad profunda.

En nuestra práctica diaria logramos sintetizar, a partir de sensaciones procedentes de la sensibilidad profunda, percepciones originales de nuestras particulares "antenas". Así, podemos describir y advertir ínfimos movimientos y modificaciones tisulares. Esta facultad nos permite sentir y corregir "lesiones" especialmente sutiles.

Esta capacidad nos permite usar el "mano-diagnóstico" para advertir la más mínima variación de flujos térmicos en relación a una disfunción o a la lesión estructural de un órgano. También nos hace sentir la motilidad de un órgano o los movimientos mínimos de los huesos del cráneo.

Esta mano se vuelve "mano-terapia" cuando moviliza de una forma sutil una estructura en el sentido de la facilitación. Estas percepciones son la síntesis de las numerosas sensaciones recibidas por la mano.

Sin embargo, cuando se diagnostica o se cura, debemos olvidarnos de los dedos para dar a los tejidos una oportunidad de entregar su mensaje.

Manipulaciones Viscerales I
Jean Pierre Barral - Pierre Mercier

miércoles, 14 de enero de 2015

Andrew Taylor Stil

"El objetivo del médico debería  ser encontrar la salud. Las enfermedades las puede encontrar cualquiera"